Con las imágenes de Lituania damos por finalizada esta trilogía de artículos casi gráficos (Estonia y Letonia). La cosa va de ratones dorados, colinas llenas de cruces, casas al revés y un clima regulero. Todo genial.
Al final del artículo nos quedaremos a las puertas de Polonia, que quizás sea el país que más nos ha marcado de esta fase del viaje. Más de un mes de tránsito da para mucho, pero ahora vamos a por Lituania.
Klaipėda, hola Lituania
Muy poco glamour en la primera zona de pernocta en Lituania, junto a una zona ferroviaria de carga, pero muy tranquila.
Buscamos la diminuta estatua del “ratón dorado”, Golden Mouse y al final la encontramos.



Žemaitija National Park



Colina de las Cruces
Impresionante lugar. No importa en lo que creas o la religión que profeses, el lugar es digno de ser visitado. No hay un centímetro cuadrado sin una cruz que lo ocupe.

Pasamos una noche un tanto desapacible, con lluvia, pero el clima nos dio una pequeña tregua y pudimos deambular por el lugar dedicándole el tiempo necesario.

Kaunas, basket por todas partes


Trakai


Vilna, la capital
Es la capital de Lituania. Nos os voy a engañar, aparcamos en una zona de tierra llena de charcos, pero disfrutamos de la ciudad a pesar del mal clima que nos seguía acompañando.




Druskininkai, a las puertas de Polonia
Última parada antes de pasar a Polonia, donde estaríamos más de un mes y cuya visita será motivo de un próximo y extenso artículo.




Lo dicho, la semana que viene nos vemos en Polonia.